El “amor a distancia”.

Ese amor que nace con espacios físicos de por medio. Y he visto a muchas personas decir: "Se fue a otra ciudad y por eso terminamos",  y también he oídio el absurdo refrán:  " Amor de lejos…." . ¿Por qué terminar el amor si alguien se muda, o está lejos? ¿Será porque es muy difícil y no estamos preparados para ese reto? ¿Será que preferimos dejar todo para que alcanzar algo más sencillo?.

Yo creo en el amor en todas sus vertientes y sí creo que puede surgir amor a distancia. No sé en qué clase de amor creen las personas, pero yo sé que el amor verdadero o conoce de distancias, ni de kilómetro, ni si quiera de fronteras. Sentir “a distancia” un amor es igual de válido que sentir uno “normal”. Me atrevo a decir y sin miedo a equivocarme que sé de amores que no los separa ni un océano, que están físicamente cerca, y el kilómetro de indiferencia, desamor, y frialdad es mayor que cualquier otra distancia. Por eso cuando hablo de amor a “distancia” utilizo las comillas, puesto que la distancia es relativa. El hecho de que una persona esté lejos de otra no hace menos válido su amor, o menos probable.

Si para el amor en persona hay que ser valientes, para el amor “distante” el doble. No se tienen elementos necesarios como el contacto físico, las caricias, la inmediatez de la persona y por eso se necesita ser más fuertes y luchar el doble. Sé que algo importante para cultivar el amor es esa caricia, esa cercanía que una computadora, teléfono móvil, y mil tecnologías no lo pueden dar, pero yo sé que el amor puede teletransportarse, y que hay mil  maneras para estar cerca, si así se desea. Pero, si hay amor, ¿acaso no es suficiente?¿No puede luchar acortando distancias, con los medios tecnológicos existentes, mientras tanto?.

Pienso que un amor a “distancia”, es simplemente una manera más de que el amor se pueda expresar y nacer. Es una etapa. No, el amor a distancia no se puede quedar en simples letras, hay que trabajar para que eso cambie. Soñar juntos, hacer planes, establecer límites y promesas concretas, como toda pareja “tradicional”.  Hay que ser pacientes, fuertes y sobretodo amar para ahuyentar las dudas, los miedos. Sí, el amor que los separan kilómetros es posible, pero para hacerlo posible es necesario creer que lo es. Luchar por él.  Es difícil, pero ¿Qué cosa en la vida, que valga la pena, no es complicada?

Yo, he sentido un abrazo de esos que cruzan distancias, he sentido como el cariño traspasa nuestros propios limites y barreras. Las distancias o cercanías las establecemos nosotros. ¡Amemos mucho, sin importar cómo venga el amor! Si viva a dos cuadras de la casa, o viva en otro continente amemos hasta los huesos, porque el amor siempre vale la lucha, siempre triunfa y derrota fronteras, inclusive las que nosotros mismos nos trazamos.