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Mostrando entradas de abril, 2017

Bitácora: Día 2.

Sigues conociéndome bien y aparentemente yo a ti; por más cambios que hagas en tu vida, sigues teniendo exactamente la misma esencia y eso, querido compañero, no cambia jamás. Nunca lo dije pero a veces sueles llegar en momentos tan inesperados, pero ahora puedo decir que tus palabras llegaron en el momento exacto, por alguna extraña razón (que apenas descubrí, gracias a ti, ayer). Noté que he estado siendo inmadura en todo sentido, me he descarrilado pero aún no sé por qué, ni entiendo que rayos sucedió para que llegara a este punto. ¿Qué carajo ha pasado conmigo? ¿En qué botella vacía he dejado mi nobleza? Justo ayer noté lo paternal que eres conmigo, ¿De que peligro tratas de protegerme? ¿De mí misma? Yo soy mayor ¡yo tendría que ser la maternal aquí! Supongo que no recibirás consejos de una veinteañera en su aparente etapa de rebeldía. ¿Que grandes consejos te puede dar un corazón maltrecho como el mío?

Bitácora: Día 1.

Bien, me estoy cansando de esperar, o ¿será que me estoy cansando de no saber qué esperar? Mientras tanto estás allá como si nada sucediera:¿realmente no te está sucediendo nada? Debo admitir que ya no se mucho acerca de ti y es porque así tienen que ser las cosas y si acaso he limitado mis presencias y mis cosas ha sido por una buena causa que, tal vez a lo largo de estas bitácoras comprenderás. (Aunque se supone que no debes estar leyendo esto). Me siento bien, lo he hecho desde hace tiempo y quiero que me felicites: Ya no puedo llorar tu ausencia o tu presencia. Desde el principio de toda esta revolución no pude, ya si fue por cuestiones propias de la dignidad o si fue porque simplemente no había nada que llorar, realmente no lo sé. Solo ha dejado de suceder. Son buenas noticias ¿no?  Tengo que admitir que he tenido enamoramientos efímeros un par de veces en estos meses y que han sido experiencias un tanto extrañas pero me sirvieron para darme cuenta de que lo que ...

Bitácoras de un corazón roto.

Aquí voy: Creo que en mi vida he tenido montones decepciones amorosas, desde insignificancias hasta algunas que me han costado semanas de sueño. Pero aquí estoy, lista para seguir y como parte de eso, me han recomendado que escriba.  No soy muy buena escribiendo mis pensamientos, siento que no puedo unir mis ideas, pero trataré, para no hacer de esto un enredo “literario”.  Desde que surgió la idea tuve miedo. Sabía que esto es demasiado personal como para andar publicándolo por ahí, pero entonces me dí cuenta que para eso mismo creé este espacio, para describir cada detalle de mi monotonía y de mi ser entre trabajo, escuela y escapes de ambos.  Hay una persona en particular que no deseo que vea esto (¿Podrías ignorarlo?) Supongo que debo estar tranquila porque no lo verás, pero me inquieta saber que pasaría si lo haces.