Como todos los días, me encontraba esperando a que fueran por mi a la escuela, con una amiga. Luego de un rato, mi amiga se queda viendo fijamente hacia atrás de mi, no le presté atención. Pero en ese mismo momento sentí, olí el perfume de la única persona que puedo reconocer su perfume… Antes de que me diera vuelta para confirmar mis sospechas… me abrazó. Un abrazo tan cálido y sincero. -Que te abrasen por la espalda es lo más tierno que se puede hacer- mi corazón empezó a acelerarse… mi mente a nublarse. Lo único que escuche fue -de todo lo que decía- “Por qué no me abrazas, abrázame” le abrase. Al acercarme a su oído le susurre: “Tu perfume.Te quiero” podía quedarme abrazándole para siempre… pero, en eso mi amiga -que estaba igual de anonadada que yo- me dice, “Oye, llegaron por ti” salgo de mi trance y me despido de ambos. Subo al auto y no puedo dejar de sonreír… mil recuerdos resurgidos